El arrendamiento es uno de los contratos más utilizados en el ámbito inmobiliario, pero también uno de los que más conflictos genera. Problemas como falta de pago, daños al inmueble o desalojos prolongados suelen surgir por contratos mal elaborados.
Claves para un contrato de arrendamiento sólido:
- Establecer con claridad el monto de la renta, plazos y formas de pago.
- Garantías como depósito, aval o póliza jurídica.
- Obligaciones del arrendador y del arrendatario.
- Procedimientos en caso de incumplimiento.
- Cláusulas de rescisión anticipada y penalizaciones.
👉 Conclusión:
Un contrato de arrendamiento bien redactado evita conflictos y protege tanto al arrendador como al arrendatario.
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